¿Comenzamos?
Materiales:
- Maleta (valija) con tapa y bordes duros
- Cuatro patas de la mesa (puedes conseguirlas en cualquier lugar que venda elementos para refaccionar muebles o una mueblería)
- Tornillos autoperforantes
- Tabla de aglomerado
- Destornillador
Lo primero que debemos hacer es conseguir una tabla de aglomerado o fibrofacil del tamaño del interior de nuestra maleta. Ello puedes conseguirlo en cualquier maderería y es realmente muy barato y lo cortan ahí mismo. Si nuestra valija tiene los bordes redondeados entonces debemos pedir que lo hagan también para que pueda encajar perfectamente.
Una vez que hemos conseguido nuestra base, colocamos la pieza recortada en el interior de nuestro bolso y procedemos a perforar la maleta con la madera dentro desde la parte inferior para sujetarla. Esto hará que no se mueva ni se desplace cada vez que pongamos boca abajo nuestra valija. Ello lo hacemos con los tornillos autoperforantes uno por cada lado.
Debemos tener en cuenta que estos tornillos deben ser largos como para atravesar la valija y la madera. Estos mismos tornillos debemos usar para fijar las bases de enganche de nuestras patas. Necesitamos 4 soportes que colocaremos en cada esquina.
Si no conseguimos estas patas con los soportes, entonces puedes reciclar, además, un viejo banco. Lo único que debes tener presente es que tienes que fijar la maleta al banco de modo que quede firme; para ello te recomiendo que utilices un taladro.
A continuación, decórala a tu gusto, pintando las patas de diferente color o en combinación.
Si tu maleta está muy estropeada también puedes agregarle color, colocarle etiquetas o colgantes.
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